En este día de hoy, parece que el boligrafo negro con la tinta que me dispongo a narrar esto, y el papel son mi única compañia y consuelo, en realidad hoy nada ha salido como yo esperaba ni como yo queria, he llegado al instituto y me ha salido mal el examen que llevaba estudiando un largo tiempo, después todo mi alrededor parecia despreciarme, ignorarme, y cuando me he acercado a él no parecia el mismo.
Después me he puesto a pensar y reflexionar, quizás habia cometido algún error, pero no, y no lograba entender lo que sucedia. Me he tumbado en la cama al llegar a casa, sin ni siquiera ganas de comer ni de hablar con nadie, por la ventana entraba la liz del Sol que iluminaba cada espacio de mi alfombra dandole la luz que mi vida necesitaba en ese momento, no obstante yo despreciandola me gire y me dispuse a mirar contra la pared, a coger un papel que estaba encima de la balda y a escribir estas lineas sin demora, mientras, las pequeñas gotas de mis ojos firmaban este texto, poco después la tinta empezó a correrse hasta al fin parar y secarse.
Me he levantado y he salido a la terraza, no se muy bien el por qué de esta situación, pero necesitaba airearme, tomar el aire y que el Sol me diera de pleno en la cara. Sinceramente, ojalá acabe pronto el día y pueda volver a soñar, para al fin poder despertarme de nuevo y que todo esto no fuese más que un sueño.
martes, 27 de marzo de 2012
lunes, 26 de marzo de 2012
Quiero que me quieras como yo te quiero.[L]
-Hola, ya sabes para que te escribo ¿no?. Te escribo para decirte que te quiero, ¿qué ya lo sabes? Pues no lo parece, no lo intentas, no si quiera intentas quererme, lo que me pregunto yo ahora mismo es porque se accionaria el botón aquel día, desde aquel día he sido feliz al verte y a la vez me moria de pena al saber que nunca te tendré, y no lo entiendo, no entiendo que más tengo que hacer para que me quieras la mitad de lo que te quiero yo, estaria dispuesta a hacer todo por ti, te cuido cada día, me desvivo por ti, y mataria por ti ¿qué más necesitas? De veras, no lo entiendo. Te preguntarás por qué precisamente hoy te cuento esto, pues bien, lo necesitaba, en realidad necesito tenerte a mi lado, abrazarte, besarte, verte y hacerte reir, necesito que sea tu rostro lo primero que vea al despertarme, que seas tú el que abre la puerta cada día, necesito que me mimes, que me cuides, te necesito a ti. Si tubiera que decir porque te quiero, en realidad no sabria que decir, si tubiera que decir porque no te dejo de querer, es fácil, no puedo y no quiero, porque aunque este mal día sí y día también, lo mejor que me puede pasar en esta vida es verte cada mañana, no me quejo, bueno puede que un poco, somos amigos y con eso deberia de bastarme, pero no es así, porque quiero que me quieras como yo te quiero.
PD: Quizás ahora no me quieras, pero yo seguiré intentandolo y jamás me rendiré.
PD: Quizás ahora no me quieras, pero yo seguiré intentandolo y jamás me rendiré.
jueves, 22 de marzo de 2012
Haces que mi cielo vuelva a tener ese azul [L]
Una noche, llena de estrellas, depejada como la que más, las doce y trece, el programa de la tele que estabas viendo a terminado, y te acuestas, y sueñas. Una televisión de plasma, un sofá, y un café sobre la mesa, tú sentada en el sofá, y de pronto, como de la nada, alguien te tapa los ojos por detrás, con ternur
a, y se sienta a tu lado, y te besa la mejilla, poco a poco empieza a acercarse más y a mimarte, hasta que después de un tiempo, te besa, te calla con un beso. Y te despiertas. Todo fue un sueño, un sueño maravilloso, quizás incluso un imposible. Te levantas de la cama pensando en como será tu día, tienes que salir porque tienes muchas cosas que hacer, te asomas a la ventana para ver que ropa ponerte, para saber si abrigarte o no, y de pronto descubres que esta lloviendo. Llueve, señal de que no vas a tener un buen día, o quizás sí, sea como sea hay que salir, un paraguas, y ropa de abrigo, atraviesas el primer cruze, después a la derecha, luego a la izquierda, un paso de peatones y el semafono el rojo, lo cruzas con exito, y al atravesar la esquina, con el paraguas abierto, es él, no hay duda, apoyado junto a la pared, ocultandose de la mojada lluvia. Un saludo, otro saludo, una mirada, una sonrisa, y de repente, te encuentras con que, aunque este lloviendo, y el día este nublado y sin ganas de salir el Sol, puede ser uno de los mejores días de tu vida.

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