domingo, 13 de enero de 2013
La traición del corazón también existe.
¿Nunca os ha pasado que alguien os ha traicionado? ¿Que os ha fallado cuando tú confiabas en él siempre y le contabas todo? Creerme, es de lo peor que hay. Enterarte por otras personas que le va contando todo a una de las personas con la que peor te llevas, o bien que te va poniendo verde por ahi. Saber que tienes que enfrentarte a esa persona cara a cara para explicarle por qué no le hablas, el por qué de retirarle tu saludo o de mostrar indiferencia cuando en realidad te duele más que cien puñales en el pecho, pero no saber si cuando te pregunte que qué te pasa, ignorarle y contestarle con respuestas cortas que te haran menos daño, o dejarle las cosas bien claras. Pero la peor sensación es esa que, aunque te sientes traicionada, dolorida, no estas enfadada, no tienes ganas de vocearle como a otras personas, porque en realidad no quieres enfadarte con ella después de todo, ni separarte de ella aunque te haya utilizado o traicionado, y no quieres porque le quieres y no aguantarias estar lejos de ella. Y llega y te pide perdón, y aunque sabes que volverá a hacertelo, te ablandas, te acojonas, y la cagas, la perdonas. Porque te pide perdón y te desmonta los esquemas, te hace no solo perdonarle, sino también dudar de ti misma, de lo que te han contado, y de todo. Y puedes tener a gente a tu lado, incluso a las personas más importantes a tu lado y no quieres creerles, te quieren ayudar, pero ¿de qué serviria? Te pediria perdón y podrian estar a tu lado para evitar que le digas que le perdonas, pero, ¿y si le dices que no por las circunstancias, pero en realidad le crees y le perdonas? No serviria de nada tener a un batallón entero detrás tuyo evitandolo. Ese es el problema, cuando ni tú mismo controlar ni al corazón ni a la razón, cuando no sabes lo que haces y no escuchas a tu alrededor aun sabiendo que tienen razón. Estas cosas duelen, y por si fuera poco, siempre acaban mal.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)